DE PRIMERA MANO
El cierre de Pepe
*Patente la cercanía del peroteño con los medios
*Ser Veracruzano de Verdad
Por Omar Zúñiga
El sábado terminó el periodo de precampañas para quienes buscan la gubernatura de Veracruz.
Rocío Nahle del partido Morena y Pepe Yunes, concluyeron de maneras muy distintas.
Nahle lo hizo con un mitin al más puro estilo priista de los años setenta en Alvarado, que por cierto es un municipio y distrito que muy probablemente perderán, pues la alcaldesa, a pesar de que llegó por el PVEM, siempre fue ninguneada por las tribus morenistas, sobre todo de Juan Javier Gómez Cazarín, aunado a candidatos fuertes que contenderán por MC y la Coalición.
El otro cierre fue del de Pepe Yunes, que lo hizo como empezó su precampaña: informando (así, en gerundio).
Una reunión con reporteros, camarógrafos, caricaturistas, reporteros gráficos, columnistas en el puerto de Veracruz fue el marco de su último acto de precampaña.
Nada estridente, sólo una reunión con quien informa a la sociedad veracruzana en su conjunto…
Una reunión de esta naturaleza que la oriunda de Zacatecas nunca ha tenido, porque no aguanta los cuestionamientos, críticos o no, de gente que sabe.
Y no los aguanta, porque con ellos siente que demuestra su ignorancia supina, además de que deja en claro su soberbia, su falta de humildad.
Pepe en cambio, se notaba tranquilo, en su elemento, cómodo, entre profesionales -que salvo un apestado por ahí que nomás no se hallaba-, sin temor al cuestionamiento crítico, saludando de mano y por su nombre a cada uno de los que ahí estaban, abierto al diálogo siempre, sin temor de entrarle al toro por los cuernos.
Ahí, Pepe dejó en claro lo que significa ser Veracruzano de Verdad, que es algo más allá de un accidente biológico; es algo más allá del lugar donde se nace o donde se quiere vivir.
“Es un movimiento que debe exigir participación, que tiene que convocar esfuerzos en función de lo que queremos para nuestro estado, de lo que anhelamos para Veracruz, desde un concepto de identidad y desde un concepto de comunidad”.
“Veracruzano de Verdad es aquel que no deja de indignarse cuando las cosas no funcionan; Veracruz se cae a pedazos y un Veracruzano de Verdad no puede quedarse inmóvil, arrinconado, atemorizado, cuando estamos viendo que en el estado se vive mal, se vive con miedo, se vive sin oportunidades”.
“Veracruzano de Verdad tiene que ver con conocer la realidad de la entidad; es tener perfectamente bien clara su condición geográfica, pero también su mapa humano, el origen de por dónde puede surgir la solución a los problemas sociales, económicos, políticos de la entidad, pero también tener claro qué es lo que se está demandando en cada parte”.
“Veracruzano de Verdad es aquella persona que también se organiza, que trabaja para que la justicia, las libertades en la red institucional funcionen y funcionen bien, en beneficio de nuestras familias y de nuestra población”.
“Un Veracruzano de Verdad no puede acostumbrarse a la mediocridad, no puede normalizar el miedo en cualquiera de sus expresiones: dentro del hogar, dentro del trabajo, en las calles, en las regiones, como algo inamovible y con lo que tenemos que aprender a vivir; un Veracruzano de Verdad rechaza esta idea, se organiza y lucha por transformarla”
“No puede cerrar los ojos al abandono en el que están mucho de los sectores de nuestra población, las mamás buscadoras, nuestros jóvenes buscando trabajo solos y a veces fuera del estado y del país por el abandono a la actividad económica, por el abandono a los servicios de salud que hace todavía mucho más dramático el viacrucis de quienes tienen que tocar puertas sin atención, en busca de medicinas”.
Pepe Yunes busca hacer un movimiento que pueda trascender más allá de las barreras de temporalidad, que requiere a todos.
Es entonces que Pepe terminó como empezó, informando a los veracruzanos a través de los medios de comunicación, y Nahle, en un mitin pedorro que junto a cientos de paleros y empleados de gobiernos, estatal y municipales, que terminarán pasándole la factura.
Terminó sin un aparato de seguridad y sin una comitiva de 17 camionetas de lujo, como anduvo Rocío Nahle, además que asegura no pedirá seguridad extraordinaria en la próxima campaña, porque lejos de negar la inseguridad latente y galopante en Veracruz, sostiene que el Estado debe garantizar que todos, TODOS los ciudadanos veracruzanos estén seguros en su tierra, no sólo unos cuantos y menos por coyunturas políticas.
¡Qué barbaridad!