Mesa de Redacción
Otra de Isleño
Enrique Yasser Pompeyo
En el Ayuntamiento de Medellín que encabeza el alcalde Marcos Isleño continúan las irregularidades.
Ahora, los integrantes del Cabildo acordaron vender el salón social de El Tejar al grupo empresarial Chedraui con la finalidad de que se construya un centro comercial.
El asunto radica en que se pretende engañar a la población por medio de una consulta ciudadana que no es legal.
La denuncia la hace el diputado local por ese distrito, José Magdaleno Rosales Torres.
No se trata de oponerse al progreso del municipio, sino a la forma en que se quiere hacer, pues dicha consulta no cumple con los requisitos para validar el acuerdo de venta.
El legislador señala que Marcos Isleño y su Cabildo no son dueños del patrimonio municipal de los medellinenses, por lo que no puede disponer de este sin aval de la ciudadanía, a la que previamente debe informar de los alcances de esta decisión y los beneficios para el pueblo.
Por ello, acusa que ya es normal que primero hagan sus arreglos en lo oscurito y luego salgan a tratar de engañar a la gente; a ese tipo de hacer política es a lo que se oponen y rechazan de manera energética.
El progreso comercial de Medellín no debe darse a costa del patrimonio municipal, menos si el pueblo no es informado con oportunidad y consultado para respaldar la decisión de la autoridad local.
La consulta ciudadana fue anunciada para el domingo 14 de este mes; sin embargo, no puede considerarse como un aval legal, porque no cumple con los requisitos previstos en la ley; es la forma de pretender sustentar un acuerdo hecho a espaldas del pueblo de El Tejar.
Por tratarse de un bien municipal, su venta debe ser informada al Congreso del Estado para su análisis y dictaminación por parte de la Comisión Permanente de Hacienda Municipal.
Además, en el Estado hay un organismo encargado de realizar todo tipo de consulta pública, para lo cual, los solicitantes deben cumplir con determinados requisitos, y lo que pretende el alcalde Marcos Isleño es sorprender al pueblo y engañar a las autoridades con un supuesto respaldo ciudadano.
