BARRA LIBRE.
Alfredo Quezada Hernández.
MARCOS SALAS Y SU «CANDIDATURA» INDEPENDIENTE.
El panista, al igual que otros distinguidos ciudadanos qué ambicionan esa representación, anda bastante preocupado por la población, por los de a pie, por el qué come tortilla fría y pollo refrigerado. De allí su aspiración a esta figura electoral.
Usted le cree, nosotros tampoco.
Al igual que otros gandallas, el ex diputado federal sólo busca llevar dinero a su molino, porque no representa nada ni a nadie.
Revestido con una piel de oveja, el empresario constructor se rasga las vestiduras y se lanza al ruedo ambicionando engañar al electorado, con el único propósito de saciar sus reprimidas ansias de poder político y, de paso, el económico.
Al igual que Salas Contreras otros más innombrables ya asoman la testa, ya se visten de redentores anidando en sus mentecitas ser la solución a los problemas de la sociedad, de las regiones qué ambicionan representar.
Por favor.
Al igual que Marcos Salas los otros aspirantes a una candidatura independiente no representan ni garantizan un cambio, es poco o bastante limitado lo que puedan aportar en bien de la sociedad.
Varios de los que actualmente se mencionan buscan esta figura electoral debido a que los partidos políticos en los qué militaron y que los llevo el poder, ahora los ignoran, los excretan. En dichos institutos políticos ya no los deja hacer su capricho de allí que ambicionan aprovechar el hartazgo en que ha caído la ciudadanía y del desprestigio qué gozan los partidos políticos.
No otra cosa.
De igual forma, muchos de los qué aspiran tales candidaturas para nada que son una alternativa funcional o aceptable, el deterioro y desprestigio que cargan sobre su espinazo va acompañado de abultados señalamientos de corrupción y cacicazgo, en sus regiones son mal vistos, de eso no hay duda.
Varios son unos verdaderos trapecistas políticos, son acomodaticios ya que lo mismo le besan la mano a Dios que le queman incienso al diablo.
Puro mercenario de la política.
No olvidemos qué esos que ahora ambicionan vestirse de candidatos independientes no son precisamente defensores de la democracia, mucho menos son unos inmaculados mesías, para nada.
Al igual que los partidos políticos, la democracia moderna vive una tremenda crisis de allí que la figura de candidato independiente haya surgido con verdadera representatividad, pero son muy contados los casos de candidatos independientes aceptables.
Provecho.
Por cierto, el breve le platicamos sobre un tal Juan Carlos Mezhua Campos, otro mercenario de la política. Un caciquillo qué mucho a exprimido y utilizado a sus paisanos de la región de Zongolica.