Mesa de Redacción
Marcos Isleño, el desvío
Enrique Yasser Pompeyo
La misoginia y ser golpeador de mujeres no es lo único que caracteriza al presidente municipal de Medellín de Bravo, Marcos Isleño Andrade.
Ahora, también hay un presunto desvío de recursos en su primer año de administración (2022) por 84 millones 461 mil 584.77 pesos.
Por cierto, esta cifra es superior a los 65 millones de pesos por probable daño patrimonial del último año de gobierno del ex edil Hipólito Deschamps Espino Barros, mejor conocido en la cloaca política como Polo Deschamps.
Lo que tienen claro los habitantes de ese municipio, es que Marcos Isleño habría desviado ese dinero de las arcas públicas para poder financiar su campaña para diputado.
Además, los diferentes sectores de la población medellinense también saben que el edil del partido verde-morenista busca obtener fuero y así poder negociar el presunto desvío millonario de recursos.
El presidente municipal tuvo tiempo suficiente para poder comprobar obras de mala calidad sin validación, construcciones irregulares, apoyos sin demostrar la entrega, gastos personales y facturas de empresas fantasma, pero no lo hizo.
Los ciudadanos de Medellín también dan por hecho que los titulares de Obras, Tesorería y Contraloría son sus aliados en el saqueo millonario a la hacienda municipal.
Hay un dato interesante. Sus directores a cargo de las áreas más importantes arriba mencionadas tienen nula experiencia y uno que otro “demasiada experiencia”.
Por citar un ejemplo. La directora de Obras Públicas es empleada con licencia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sin experiencia mínima acreditada, además de ser conocida por supuestamente conseguir facturas con empresas fantasma y así “inflar” los trabajos de los contratistas.
A la par, el tesorero César Yosip Hernández, también fungió como tesorero en la administración 2021 del municipio de Tres Valles que dejó un quebranto de 33 millones de pesos y el contralor es padre de distinguido personaje del Partido Verde a nivel estatal.
En Medellín, las pérdidas son millonarias, ya que, además de dejar de hacer obras, los habitantes le perdieron la confianza a Marcos Isleño, por lo que el malestar social crece cada día.
El presidente municipal resultó una decepción para los medellinenses, pues la experiencia que tanto presumía Marcos Isleño sólo ha sido para “sangrar” al erario, cuyos resultados están en manos del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS). Por cierto, el alcalde pretende dejar en el cargo a un títere que le cuide la espalda y cubra todas las presuntas irregularidades.