Cazarín teme por su vida

Enrique Yasser Pompeyo

El diputado local por Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) en el Congreso veracruzano, Juan Javier Gómez Cazarín teme por su integridad física, teme por su vida.

Este martes, el legislador confirmó que sí cuenta con elementos de seguridad, con escoltas.

La razón: desde diferentes portales de internet se han dedicado a “golpearlo” y a meterse con su vida personal.

Es el propio diputado quien revela una lista de “medios” digitales, los cuales fueron creados hace un mes y medio con la finalidad de atacarlo.

Además, de acuerdo con lo referido por Gómez Cazarín, esos medios han pagado más de 250 mil pesos para difundir notas en su contra.

Hay uno que erogó más de 100 mil pesos para dañar su imagen. Por eso comenta que si hay personajes que pagan por eso, también se les puede ocurrir pagar para atentar contra su vida.

En ese contexto, también aclara que él no tiene ningún problema con el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos.

Si bien dice que no es su enemigo, también precisa que no es su amigo.

Así lo expone: “no tengo ningún problema con el secretario de Gobierno, pero tampoco puedo decir que es mi amigo, porque no es mi amigo”.

Juan Javier Gómez Cazarín dice que el funcionario estatal es un compañero de trabajo y pueden tener discrepancias políticas o laborales, pero hay respeto, asegura.

“No he visto que él me falte al respeto, ni yo tengo porqué faltarle al respeto; cada quien hace política como quiere, él tiene su estilo, yo tengo el mío, yo respeto el suyo, yo creo que él también respeta el mío; no es mi enemigo, pero tampoco es mi amigo, así lo puedo decir abiertamente”.

Por cierto, a manera de mensaje final, el diputado morenista también subraya que él no está de acuerdo con malandros ni con cárteles.

“No me van a ver a mí, a Juan Javier Gómez Cazarín estar apoyando a este tipo de gente”.

Ya se verá hasta dónde escala esta situación. El peor escenario es que se pase de la guerra mediática a hechos que podrían terminar en una desgracia.

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