Mesa de Redacción
Veracruz, un cementerio
Enrique Yasser Pompeyo
En lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador y de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, de la Secretaría de Gobernación, se establece que han desaparecido 34 mil 358 personas; en otras palabras, un promedio por mes de 625.
Pero no sólo eso. El asunto se agrava porque la Comisión Nacional de Búsqueda ha contabilizado 2 mil 710 fosas clandestinas en el territorio nacional, del 1 de diciembre de 2018 al 30 de enero de 2023.
Pero hay un dato aterrador, preocupante. En tres estados se concentran los hallazgos y Veracruz, gobernado por el morenista Cuitláhuac García Jiménez, encabeza la lista con 323.
En segundo lugar, se ubica Colima con 305 y en la tercera posición se encuentra Sinaloa con 246, lo que suma 874 fosas clandestinas únicamente en esos tres estados.
De acuerdo con la información, los propios peritos señalan que la mayoría de los cuerpos encontrados en estas fosas fueron seccionados por los criminales para poder transportarlos de una zona a otra y hacer más complicada su identificación.
Por ello, los colectivos de familias buscadoras aumentan ante el incremento de las desapariciones; en el territorio nacional existen, por lo menos, 234 distribuidos en 26 estados.
A pesar de que el Ejecutivo federal y el gobernador veracruzano insisten en que han disminuido los casos, las familias de las víctimas tienen otros datos y señalan que van al alza.
Ante tal realidad, el estado de Veracruz se ha convertido en un cementerio, mientras las autoridades de la autodenominada cuarta transformación se mantienen ajenas e insensibles al dolor de las familias.