Sin tacto

OPINION

Concordancias

Por Sergio González Levet

Hay un error gramatical que cada vez se comete más en el habla de nuestro país, y es la falta de concordancia dentro de una oración.

Me detendré primero a aclarar qué rayos es la bendita concordancia.

“La regla de la concordancia en una oración se refiere a la correspondencia gramatical que deben tener las palabras entre sí para que la estructura de la oración sea coherente y gramaticalmente correcta en términos de género, número y persona.”

Eso quiere decir que, por ejemplo, el sustantivo y el adjetivo deben tener el mismo género y número, es decir, concordar: pelota grande, conejo blanco, pelotas grandes, conejos blancos, o entre el pronombre y el verbo: yo como, tú comes, él come.

Y voy más allá:

“La concordancia entre el sujeto y el predicado es uno de los aspectos más importantes de la regla de concordancia en español. Se refiere a la correspondencia que debe existir entre el sujeto de una oración y el verbo en el predicado, en términos de número y persona. La idea principal es que el verbo debe concordar con el sujeto en número y persona.”

¿Ejemplos para poner en claro lo anterior?: “El diputado levanta el dedo” (en donde el sustantivo “diputado” y el verbo “levanta” tienen el mismo número -singular- y persona -tercera persona del singular, él-. Si pusiéramos: “Los diputados levantan el dedo”, coinciden el sustantivo y el verbo en número -plural- y persona –tercera del plural, ellos-.

Bueno, la regla de la concordancia va un poco más allá en la gramática estructural, y dice que deben concordar en número y persona los núcleos del sujeto y del predicado.

Si yo pongo: “Los niños cantan en el parque”, el sujeto es “Los niños” y el predicado es “cantan en el parque”. El núcleo del sujeto es el sustantivo “niños” y el del predicado es el verbo “cantan”, que concuerdan en número -plural- y persona -tercera del plural, ellos-.

Pero hay un caso de enunciados que son un poco más complejos en su sujeto, y ahí es donde vienen las dificultades. Pongo una oración: “Un grupo de campesinos (verbo tomar) el Palacio de Gobierno”. Aquí el quid es que el sujeto es complejo “un grupo de campesinos” y semánticamente el sustantivo “campesinos” es más fuerte que el sustantivo “grupo”; sin embargo, estructuralmente el núcleo del sujeto es “grupo” y “de campesinos” es un modificador indirecto.

Así que de acuerdo con la regla de la concordancia la oración debe decirse “Un grupo de campesinos TOMÓ el Palacio de Gobierno”. Pero sucede que cada vez más personas (entre ellos incluyo a muchos periodistas) dicen erróneamente “Un grupo de campesinos TOMARON el Palacio de Gobierno. Es fácil darse cuenta del error de concordancia si abstraemos el modificador indirecto del núcleo sujeto y el objeto directo del núcleo del predicado y los dejamos solos: “Un grupo tomaron”. ¿Verdad que es incorrecto?

Pues hay que poner mucha atención a este error, porque cada día se comete más… y no dejar de apoyar a Xóchitl, que ya lleva más de 170 mil firmas para ser la candidata de la oposición.

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