La Ley Monse

Enrique Yasser Pompeyo

En el estado de Veracruz hay indignación por la liberación de los padres de Marlon “N”, el presunto feminicida de Monserrat Bendimes Roldán.

De ahí, la urgencia de que los diputados locales aprueben la denominada Ley Monse para que quienes ayuden a un feminicida a escapar enfrenten la ley.

Como se recordará, la Ley Monse fue una iniciativa que la colectiva Las Brujas del Mar puso en la mesa y se perfeccionó con la participación de la Fiscalía General del Estado (FGE), la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), así como expertas y expertos en la materia.

Está hecha para fincar responsabilidad a quien encubra o participe activamente en un delito.

Brujas del Mar plantea que si un caso con tantísimo respaldo social y mediático como el feminicidio de Monse Bendimes lleva más de dos años sin encontrar justicia y atravesando un proceso lleno de irregularidades y revictimización, ¿qué se puede esperar para todos los casos de mujeres asesinadas que no llegan a los medios, que se desconoce lo que ocurrió en el proceso o cómo van las investigaciones y las sentencias?

¿Qué mensaje es el que se está mandando a los agresores de mujeres en uno de los estados más azotados por la violencia feminicida en México?

¿Cuál es el compromiso político de las autoridades en el combate a la violencia contra las mujeres?

La Ley Monse, presentada hace más de un año en el Congreso veracruzano, es necesaria para disminuir las redes de protección de criminales, pues limita a familiares y amigos a ayudarlos a no enfrentar la ley, ya que podrían convertirse en encubridores y también enfrentar un proceso.

Por ello, la Ley Monse debe ser una realidad.

Desafortunadamente para todas las mujeres, la Ley Monse continúa congelada en el letargo legislativo de la mayoría, con base en argumentos sin fondo, que han causado que la impunidad sea la tónica en la impartición de justicia en Veracruz.

¿Acaso los diputados morenistas esperan que se incrementen los feminicidios para actuar?

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