Mesa de Redacción
Guerra por la plaza
Enrique Yasser Pompeyo
Si las autoridades del gobierno estatal y el federal ya tienen identificados a los diferentes cárteles que se disputan el territorio veracruzano, ¿qué están esperando para actuar?
Porque lo dicho por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez en el sentido de que los ejecutados en el municipio de Tihuatlán, en la zona norte de la entidad, se debió a un ajuste de cuentas por apoderarse de la plaza, sólo reitera lo que ya se ha dicho una y otra vez, pero, ¿qué van a hacer?
Prácticamente este sexenio ya concluye y las acciones en el combate al crimen organizado no fueron claras o fueron poco contundentes.
A pesar de señalarse que las células fueron “descabezadas”, eso no les impide a los demás integrantes actuar en contra de personas inocentes, incluidos los familiares de los presuntos delincuentes.
El titular del Ejecutivo estatal fue claro al decir que estos grupos delictivos pretenden controlar la zona que incluye a municipios como Tihuatlán, Poza Rica, Cazones de Herrera y la parte baja del Totonacapan.
Aunque se hizo un despliegue de fuerzas del orden por decenas, esto no impide que los grupos delincuenciales sigan operando.
Los cárteles, ¿ya se salieron con la suya?
Porque el lamentable hecho sucedido en Tihuatlán no es el primero, ni será, seguramente, el último que ocurra en Veracruz en lo que resta de la actual administración estatal.
Los hechos sangrientos se cuentan por decenas y, a pesar de los esfuerzos de las diferentes corporaciones de seguridad, tanto estatal como federal, no se observa un cambio.
Los veracruzanos ya se cansaron del mismo discurso y así ya pasaron casi cinco años del actual gobierno, mientras tanto, los grupos criminales se mueven y parece que nada ni nadie puede frenarlos.