Rafael Pérez Partida.

 

Corría el año de 1995, quien fuera en ese entonces Tesorero del Sindicato de Trabajadores de la República Mexicana, estuvo de visita en Xalapa, ese fue el primer encuentro con el polifacético Víctor Flores Morales, hombre siempre generoso y humano con los rieleros y con quienes nos dedicamos al periodismo, en aquella ocasión su anfitrión fue Carlos Rodríguez Velasco siendo alcalde de nuestra amada ciudad y desde entonces hemos conservado la amistad.

 

Nací en un pueblo llamado Oriental, del estado de Puebla y gracias a Dios por el Ferrocarril hice mi primaria en la escuela Héroe de Nacozari, hasta que un día mi madre mujer valiente y esforzada, tomo lo poco que teníamos y nos trajo aquí a Xalapa.

 

Mi padre Rafael fue maquinista de patio, mi tío Lorenzo, maquinista del 101 que corría de Oriental a Veracruz, aunque  venía de la ciudad de México de la Estación de Buena Vista, aquí en mi amado pueblo el que no era ferrocarrilero, era campesino.

 

Eso fue el lado paterno, pero por el lado materno mi abuelo José fue conductor de trenes y mi tío Marcos fue garrotero de camino, como verán queridos lectores por mi sangre corre cien por ciento el torrente rielero.

 

Gracias a Dios, al ferrocarril y a esos hombres que entregaron sus vidas para darnos lo mejor, pues en Oriental convergían varios trenes de pasajeros y también de carga, el de pasajeros uno nocturno y otro al medio día que iba a Puebla, el que viajaba a México-Veracruz por Oriental, y un ramal que hacia su trayecto de Oriental-Teziutlán.

 

Quienes tuvimos el privilegio de viajar en tren en cualquiera de las clases que existían recordarán, como yo, esa enorme alegría de poder ver tantos rincones de nuestro amado México, la música que tocaban, los ricos alimentos y bebidas que vendían en cada estación; tuvimos algunos de nosotros de viajar al lado de un maquinista allí en su lugar de mando o colgarse del tren en tránsito para viajar de gratis en los cargueros, tal como lo hacen hoy los indocumentados viajando por un sueño.

 

Pues bien disculpen toda esta historia, pero se necesita haber nacido ferrocarrilero para entender y sentir el palpitar del corazón cuando se estrecha la mano de un verdadero Ferrocarrilero, que según la historia se inició como llamador en su natal Veracruz y escalando llegó a ser Secretario de la Sección 28, una de las 39 que conforman el STFRM, de aquí se catapultó en diversos cargos del nacional, ya como Sectario Nacional Tesorero destacó por su don de gentes y su capacidad para llevar a los rieleros a ocupar unos de los mejores salarios laborales.

 

A él a Víctor Flores Morales le hago este homenaje por su cumpleaños, pues a lo largo de todos estos años he recibido no solo su amistad sino su generosidad , por ello desde el fondo de mi corazón mi más sincera y querida felicitación por su onomástico, larga vida al ser humano y al líder de cientos de rieleros en todo el país.

Dios sea contigo querido amigo.