El Zócalo el muro de las lamentaciones
A propósito del aberrante pragmatismo del obradorismo en el poder y de la oposición en su lucha por la búsqueda del “pinche poder”.
Crónicas Ausentes
Lenin Torres Antonio
La manifestación de la oposición política, económica y mediática contra AMLO y su 4ª T. deja un escenario político empatado técnicamente, un escenario polarizado donde no hay posibilidad para la reconciliación nacional y mucho menos para consolidar la transición democrática que avizoraba la ruptura del año 2018.
El Zócalo capitalino una vez más se convirtió en el muro de las lamentaciones de los mexicanos, unísonos tarareaban “el INE no se toca”, o, “mi voto no se toca”, dando como un hecho que el Plan B electoral aprobado por el congreso de los diputados y senadores es un instrumento para el fraude y el contubernio como nos tenían acostumbrados la otrora clase política prianista en sus días de estar en la plenitud del “pinche poder”, y no, para quitar privilegios de la corrupta directiva de Lorenzo y Murayama, y adelgazar la costosa democracia que pagamos todos los mexicanos, la marcha se convirtió en una manifestación política de la oposición contra AMLO, y demostró, que algo está fallándoles a quienes pregonan que la megalómana 4ª T. es un hecho para los mexicanos y no “más de los mismo”.
Las conclusiones a las que podemos llegar de esa manifestación anti AMLO, no es el despertar y triunfo de la corrupta oposición prianista que todavía no entiende que el problema de México no es AMLO, sino la cultura de la simulación, la corrupción y el limitado pragmatismo político que nos está dejando en el mismo lugar de siempre, ni tampoco podemos verla como el acabose del obradorismo; sino la crisis de la política, como el instrumento que debería ser para contrastar proyectos de país, México está siendo arrastrado por una encarnizada lucha por el poder, donde se vale manipular, engañar, mentir, usar los recursos públicos para fines electorales, donde no hay ética ni humanismo, donde se aprovecha cualquier tema por más trivial y espurio que sea para asestar golpes al contrario, donde se sigue viviendo una democracia simulada, y lo peor, donde los protagonistas pertenecen a un mismo árbol genealógico.
México se encuentra entre la espalda y la pared, la oposición sigue sin entender que no se puede competir sin un proyecto alternativo de país, sin ideología, sin aceptar que forman parte del mismo mal, y que fueron causantes de la degeneración de la política, y de la crisis pública que aún vive México, y el movimiento obradorista debe entender que la desviación histórica está haciendo estragos en la 4ª T., pese al esfuerzo titánico del presidente obrador, el mal (prianista) está en el obradorismo, por eso es lamentable que siga la simulación y que la columna vertebral de la 4ª T. conserve en su ADN la mentalidad prianista.
Hace poco fui invitado a dar una plática sobre la 4ª T., lo inédito de la experiencia que viví fue que el público a quien dirigí mis reflexiones eran miembros del PRI, regidores, diputados y algunos miembros del comité directivo estatal del PRI en Veracruz. La invitación me la hizo el presidente del PRI en Veracruz, el diputado Marlón Ramírez.
Otrora quedaron los tiempos en el que el PRI tenía todo el poder público y las representaciones populares, y seguro que en esos tiempos esa plática no hubiera ocurrido, pues no habrían oídos ni ojos para la autocrítica y la democracia, el poder había nublado la razón, la clase política perversamente ocultaba la paulatina degeneración del poder político y la simulación democrática, y los principales actores públicos actuaban “como si no pasara nada”, la clase política sin diferenciación ni autocritica sólo estaba interesada en conservar el poder público, la minoritaria élite económica interesada en ver a México como su gran empresa privada manipulaba la política a través de los mass medias, y lo peor, “la clase pensante”, intelectuales, directivos de las instituciones educativas, académicos, e incluso, los estudiantes, ajenos al deterioro de la vida pública y política, vivían un autoexilio acrítico dejando que el país estuviera en manos de gente perversa y pusilánime, como aún está.
Celebré esta apertura democrática del PRI, apertura que ocurrió en un clima de una escucha atenta y respetuosa donde pude discurrir mis reflexiones sobre la 4ª T., es importante destacar que parte de la vieja y muchos de la nueva clase política priista hace mucho tiempo que emigraron hacia donde está el “pinche poder”, a nivel nacional como a nivel local en Veracruz, así lo podemos atestiguar, y metamorfoseándose se han abierto espacios en la pirámide del poder, e incluso, constituyen la columna vertebral del obradorismo, como lo son los ex priistas venidos new morenistas, Marcelo Ebrard, Mario Delgado, Ricardo Monreal, Alfonso Durazo, Layda Sansores, Américo Villareal, Julio Menchaca, David Monreal, Miguel Ángel Navarro, Manuel Bartlett, Adán Augusto, entre otro muchísimos más, así mismo en Veracruz, la estructura priista, ex lideres municipales, gremiales, sindicales, etc., se reagruparon en estructuras con el sello priistas como Unidos Todos que preside el subsecretario de finanzas Eleazar, o, alrededor del Secretario de gobierno Eric Cisneros, y, el secretario de educación Zenyazen Escobar, quienes de obradoristas y morenistas sólo tienen el nombre, porque han actuado con la mentalidad prianista de usar el aparato del estado para mantener el poder y preservarlo, el discurso y la narrativa obradoristas no ha sido suficiente para mantener la simpatía al obradorismo y un buen gobierno, porque Veracruz sigue sufriendo las consecuencias de un gobernante que fue incapaz de vacunar al obradorismo de la peste prianista que se filtró por doquier, y hoy son quienes toman las más importantes decisiones.
Siempre he escrito que la 4ª T. ocurrirá si y sólo si se voltea la pirámide del poder presidencial, si y sólo si la política sea el debate de las ideas, si y sólo si jubilamos a la clase política que desde hace décadas mantiene el control político y público del estado mexicano y sus instituciones, si y sólo si hay proyectos alternativos de país que debatir.
La 4ª T. es una ruptura histórica que no basta con un diagnóstico monotemático de la corrupción para su viabilidad, y sí trabajar a través de un consenso nacional y un clima de reconciliación para construir sus contenidos pendientes, y recuperar la certeza de futuro y la solución a los graves problemas de seguridad, desigualdad, marginación y salud que vive México.
El pragmatismo, uno, para conservarlo, y el otro, para conseguirlo, deja a un lado la política y la democracia, y es un obstáculo para la consolidación de la tan anhelada transición democrática, y mucho menos para hablar de una 4ª transformación de forma pacífica de México, la lucha por el poder visceral es el signo de nuestros tiempos.
La marcha en “defensa del INE” es una marcha que consolida la vieja mentalidad prianista conservadora, y la lanza a competir por el poder que tanto anhela, para recuperar la grandeza de la filosofía layinista (del célebre exalcalde Hilario Ramírez mejor conocido como Layin) “robar poquito” pero robar, y hacer que haya “tiro en el 2023 y el 2024”.
Y al obradorismo le queda aceptar que no es suficiente las buenas intenciones y el ánimo de cambiar la cultura de la corrupción sin predicar con el ejemplo, se es demócrata o no se es, se es honrado o no se es, no se puede hacer revoluciones con bandidos y corsarios, y esto va para el presidente Obrador y para el gobernador Cuitláhuac, no pueden decir que la decisión la toma el pueblo y dar el banderazo por la lucha por el poder a una clase política que no ha cambiado su mentalidad prianista.
Y al pueblo mexicano no le queda más que ejercer un voto diferenciado, y privilegiar las ideas a las siglas y los nombres, porque la lucha por el poder en México es una lucha entre miembros de una misma familia, no hay distancia ni diferencias, porque la mentalidad es la misma, el poder enferma y nuestra clase política está enferma de poder.