Por Inocencio Yáñez Vicencio.
¿ Usted admitiría que más tarde que temprano se diga que como Morena es una sociedad de humanos es explicable que en el poder público cometa errores y acierto? Verdad que no, porque no se le eligió para cometer errores y por lo tanto debe pagar por sus desatinos. Claro que quien juzga tiene filias y fobias, tiene intereses. Por eso en un conflicto de intereses debe quedar fuera quien los tenga. En esta lógica terminaríamos exonerando al peor delinciente, con la argucia de que asesinó o secuestró pero hizo muchas obras buenas para su familia o amigos. Aunque el jucio penal es muy diferente al político y se sancionan de manera distinta, son juicios que los hechos lícitos que preceden a la trasgresión pueden atenuar la falta pero no eximir de responsabilidad. Las normas prescriben conductas y tienen penas para quien no cumple con ellas. Juzgar exige imparcialidad e igualdad. No podemos seguir viendo que a Pío no se le castigue por una falta electora mayor que la que supuestamente realizó el » Bronco «, sólo porque éste no es hermano del presidente.
El colmo es observar que quien acude a esa generalizacion de que la realización de algunas obras buenas salva consumar obras malas, deja al descubierto su intención de absolver la parte con la que simpatiza, pero estemos alertas, porque siempre lo hará en estos casos, no invariablemente. Cuando no esté en litigio un favorito o un miembro de su secta, será implacable con la parte que no comulga. Desde luego esto únicamente lo pueden aplaudir sus cómplices o miembros de su banda. Si es congruente no debía emitir juicios alguno, por su incapacidad de evaluar, juzgar o de distinguir entre el bien y el mal, porque decir que no se puede juzgar una agrupación humana, porque al ser humana, realiza obras buenas y malas, se sitúa éticamente en un punto muerto y políticamente, es nulo, porque no hace política, porque la política implica tomar partido.
Los partidos políticos mientras no lleguen al poder podrían ser juzgados por sus intenciones, pero no en el gobierno. En el gobierno los partidos politicos son juzgados por sus obras y las repercuciones que tienen éstas para la sociedad. Por ejemplo: En principio dar y aumentar las pensiones y apoyos es un acto bueno. Normalmente lo aplaide incondicionalmente quien lo recibe. Pero el observador analítico y objetivo, tiene que tener en cuenta : 1. De dónde salen los recursos para las pensiones y apoyos; 2. Tenemos las finanzas para solventarlos; 3. Se entregan sin intermediarios; 4. Están al margen de cualquier uso electoral; 5. En realidad esos dineros provienen del combate a la corrupción; 6. Esos recursos no ha afectado la construcción de escuelas, universidades, hospitales, clínicas, unidades habitacionales, autopistas, carreteras…
Globalmente consideradas estas situaciones nos encontramos que Amlo, creo pensiones cuando los países del primer mundo padecen crisis en sus sistemas de pensiones, porque el gobierno de Morena no hace una obra pensado en el progreso de la nación sino en su rentabilidad electoral. Perversamente han exparcido la idea de que este regadero de dinero antes no se hacía porque todos los pasados presidentes se robaban el dinero. No, no se hacía porque el dinero está presupuestado y la prueba es que Amlo y los morenistas tomaron los ahorros fiscales, los fondos y fideicomisos, los subejercicios de las partidas y las envían al ramo 23, a la partida secreta del presidente, partida que no es auditable y que puede dosponer de ella hasta para la vida de sultanes que se dan sus hijos. Falso que esos dineros saldrían del combate a la corrupción. Jaime Cárdenas renunció al Instituto para devolverle al pueblo lo robado, precisamente denunciando que ahí se robaban lo que recuperaban y que en lugar de regresar al pueblo, iba a parar a los bolsillos de las élites morenistas. Nada de entregarlos directamente. Tienen un ejército de siervos o servidores de la nación que entregan buena parte de las pensiones y apoyos, adoctrinan y brigadean a favor de Morena. Cada uno recibe un sueldo no menor a diez mil pesos mensuales. Estas brigadas son las mismas que en cada elección pasan de casa en casa pidiendo que votemos por estos atracadores. No, no estamos reclamando que se supriman los programas sociales. No, lo que pedimos es que los recursos se den a los que Amlo, llama sus » mascotas», como un derecho y no como limosnas que dependan de la generosidad y el humor del gobernante en turno.
Este es el juicio que tenemos que hacer. Pere este juicio no lo harán los que son incapaces de empezar por criticar y recomponener su partido, su casa. El buen juez por su casa comienza. Puede que pronto veamos que fuera del gobierno hay fuerzas peores que dentro del gobierno. Algunos dirán. Ya estuvimos y no hicimos lo mismo. No, es cierto, pero puede ser porque no tuvieron las mayorías que hoy tiene Morena. Esos que nunca critican a su partido, son de lo peor, porque crítica sin autocrítica es dogma y el dogma es enemigo de la pluralidad, de la diversidad, de la tolerancia, de la convivencia, de la política.
Invitemos a las fuerzas republicanas y democráticas a detener la obra destructora de Amlo y Morena, que habiendo llegado por la vía de la competencia electoral, hoy pretende liquidar la autonomía e independencia del INE, para que en el futuro solo tenga como misión avalar un gobierno sustentado en los vándalos, los comandos, las milicias, la Guardia Nacional, los narcos, las pensiones y apoyos, los servidores de la nación, las brigadas, los recursos públicos y las Mañaneras, la descalificación y la persecución de los adversarios y disidentes.
El éxito de la resistencia contra la política destructora de Amlo y Morena, va a depender de nuestra capacidad para deseamascar simuladores y mediocres que quieren sacar provecho de estas aguas revueltas y sepamos construir una hegemonía que muestre que somos alternativa, porque tenemos un programa social mejor que quién acabó hasta con la esperanza de transitar por vías más seguras y más justas.

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