Winckler, oxigeno para la carroña.
Por Inocencio Yáñez Vicencio.
¿ Quién de esos que condenan las irregularidades en el procedimiento para relevar a Winckler de la Fiscalia, condenaron su justicia selectiva, que como tal, no fue justicia sino venganza? ¿ O qué otra cosa fue que Winckler, haya consignado inocentes pero a los colaboradores más cercanos de Duarte, como Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo, Ricardo García Guzmán… no los hayan tocado ni con el pétalo de una rosa?
¿ Quién nos puede dar respuestas puntuales a estas preguntas?
¿ O se trata de condenar las atrocidades que perpetre otra pandilla , pero no la nuestra, aún cuando sean las mismas? Bonita cosa.
En su descargo, se nos puede decir que él sólo era el brazo ejecutor del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Pero el abogado siempre tiene la oportunidad de defender al criminal o a la víctima, a un ciudadano común o a una mafia. Siempre está en posibilidad de escoger y Winckler escogió estar de parte de una política de terror.
Es muy fácil hacer campaña señalando a tus adversarios de estar al servicio del narco o de corruptos. Lo difícil es probarlo. Ya sabemos que muchos ladrones desvían la atención diciendo: » allá va el ladrón».
Después resulta que el ladrón era el acusador.
Llamar a un corresponsal para que le de vuelo internacionalmente a una nota donde se dice que su antecesor aplicó agua en los tratamientos de los niños con cáncer, nunca se probó, pero esa calumnia, como muchas otras del régimen yunista, fue un crimen que no se ha castigado, pareciera que a nadie le importa que los padres de los niños con cáncer, hayan pasado días sin conciliar su sueño, con la idea de que sus hijos habían sido tomados y su esperanza de vida se había esfumado. De esa monstruosidad son parte Miguel Ángel Yunes Linares, Wincklet y todos los que formaron parte de ese gobierno de terror, que envuelto en falso moralismo, sólo se dedicaron a saciar su sed de venganzas personsles.
Nunca he defendido a un sinvergüenza como Javier Duarte y no porque no haya trabajado ni un dia para él sino porque sólo se interesó por afectar el patrimonio de los veracruzanos, pero, desde el momento que vi que Miguel Ángel Yunes Linares, se trajo a personas que habían protagonizado escándalos de miles de millones de pesos en la administración federal, como Miguel Angel García Ramírez, para que manera la administración en la Secretaría de Salud y colocado en la Secretaría de Educación, a Enrique Pérez, en base únicamente sa servicios personsles, quedó clara su politica de depredación.
Cuitlahuac, no es lo peor que le pudo haber sucedido a Veracruz. Lo peor que le pudo haber sucedido a Veracruz, es que MAYL hubiese logrado imponer a su hijo, que si alguien tiene duda de su concepción de la politica, no mas vean lo que hizo cuando se le cayó la candidatura para suceder a su hermano. Como si en el PAN, no hubiera mas gente que su familia, colocó a su esposa como candidata. Eso se llama patrimonialismo dinástico. Gente ligada toda la vida a ellos, siempre me han han dicho que Miguel Ángel Yunes Márquez, es un dictadorcito, que mientras tenga limites, se moderará, pero en cuanto sea gobernador o tenga un cargo, que sienta que no rinda cuentas, dará rienda suelta a su despotismo.
Que halla quien los defienda, no tiene nada de raro. Cada gobernante alquila su grupo de aduladores y cortesanos, pero en este caso es evidente que tan pronto como se filtró un proyecto de resolución para reinstalar en la Fiscalía a Winckler, inmediatamente los carroñeros salieron a frotarse las manos, seguramente pensando que eso garantiza para algunos impunidad y para otros convenios o dádivas en esa dependencia.
Lo que no se vale es que sean en la defensa del caso de Wiinckler, muy celosos del formslismo jurídico y guarden silencio ante las arbitrariedades del gobierno al que sirvió, que si de algo presumió es precisamente de haber » recuperado» el patrimonio veracruzano al margen de la ley, es decir, como vulgar vengador callejero y haber perseguido a sus enemigos personales en una justicia selectiva y por tanto vengativa, que dejó a salvo a los más cercanos de Duarte, pero destruyó la honra de personajes que simplemente no eran de su agrado. Justicia que no es pareja, no es pareja. Necesitamos una justicia que alcance a los que roban, pero también a los criminales que inventan tratamientos con agua a los niños con cáncer, relaciones con el narco y destruyen honras. Ninguna dinastía ni ningún cacicazgo debe ser intocable.