El Hotel Xalapa o el capitalismo salvaje
Juan José Barrientos
Como propietario de una empresa, el Hotel Xalapa, el IPE debería dar ejemplo de responsabilidad social y no actuar con prepotencia, pero desgraciadamente practica un capitalismo salvaje, pues para poder ofrecerles comodidades a sus clientes, no le importa ocasionarles daños y perjuicios a los vecinos.
El ruido generado por el “chiller” o aparato enfriador del aire acondicionado me impide dormir y realizar mi trabajo como investigador en la Universidad Veracruzana, que requiere concentración. También afecta a mi hija, que es pianista, así como a otros vecinos, como consta en algunas notas publicadas en la prensa local. La responsable de Pensiones, Daniela Griego, no ha querido gastar un centavo para resolver el problema, pues ni siquiera ha querido mandar pintar las paredes de blanco, que era el color original y absorbe menos calor, ahorrando gastos de aire acondicionado. Hace años le envié un folletp con información sobre un aislante térmico especial para azoteas y que además es impermeabilizante y hay otro para paredes; incluso se vendía en ese momento con un descuento del 20%, pero no se aprovechó. El edificio ahora está pintado de verde, para tratar de hacer pasar al hotel por una empresa ecológica, cuando es extremadamente contaminante por el ruido que genera y que se podría eliminar, remplazando el anacrónico aparato. Por cierto, tampoco el IPE tampoco ha querido aislar el “chiller” con tabla roca, alegando que, por estar cerca de unos cables de alta tensión, sería peligroso para sus empleados. Y las autoridades municipales han sido omisas y evasivas, a diferencia de las del centro histórico de la capital del país que recientemente prohibieron a los restaurantes tener música, televisores o espectáculos en vivo que generen ruido, atendiendo a las quejas de los vecinos. Ojalá el ayuntamiento encabezado por Ahued tome medidas parecidas; yo ya le informé.