Irineo Pérez Melo.- Ante el probable retorno a clases presenciales, la Sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, reiteró su posición de que esto debe realizarse en el momento que la vida y la salud de las comunidades escolares no se pongan en peligro.

En un oficio dirigido al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, exigió se informe cuál es la estrategia que tiene diseñada el gobierno estatal para operar este proceso, así como la proyección presupuestal extraordinaria para operar el reinicio de clases presenciales, las escuelas originariamente estatales consideradas para el reinicio.

Además, la cantidad asignada en pesos, a cada una de ellas, para: infraestructura, equipamiento, servicios públicos (luz, agua, drenaje, baños, internet, entre otros), así como los insumos para la protección e higiene (gel antibacterial, jabón, sanitizante, y otros).

En el documento difundido en sus redes sociales, signado por el profesor Mario Hernández Sánchez, secretario general de la Sección 56 del SNTE, en lo referente al COVID-19 se solicita su intervención ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que sea tipificada como enfermedad profesional de riesgo de trabajo.

De igual manera, en relación con los trabajadores de la educación que enfermaron y, lamentablemente, enfermarán de COVID-19 y considerando que vamos a salir afectados mentalmente de esta pandemia y que los trabajadores que enferman de la misma sufren secuelas se pidió se diseñen y apliquen programas de apoyo para recuperar la salud emocional de los trabajadores.

Aunado a lo anterior, se diagnostiquen, con precisión, las secuelas de la enfermedad (cardiacas, cardiovasculares, respiratorias o neurológicas) que presente el trabajador y se lleve un seguimiento puntual de la salud de los mismos, apoyándolos con los programas de rehabilitación necesarios y pertinentes.