Una buena parte de los mexicanos realizamos las compras navideñas en noviembre, cerca del 19% de las personas dejan estos gastos para el último mes del año.

El país está atravesando por la denominada segunda ola o etapa de la pandemia y los casos positivos desafortunadamente han aumentado de manera considerable. La mejor manera de hacer las compras navideñas es a través del comercio electrónico con la ventaja que por este medio quizá se puedan encontrar ofertas que las tiendas físicas no ofrecen.

Dejar las compras navideñas para el final supone menos tiempo para planear mejor, comparar entre tiendas y productos y por ende, gastar de más, y verse reflejado en la llamada cuesta de enero.

Para  prevenir que las compras navideñas desestabilicen las finanzas personales es necesario prever gastos con la mayor anticipación posible. La mejor práctica en este caso es elaborar un presupuesto a detalle con las cantidades que se pueden destinar a cada compra como la cena, las decoraciones y los regalos.

Hay que recordar que estas fechas serán celebradas de manera atípica debido al rebrote de la pandemia, por lo tanto, la manera en que se festeje tampoco tiene que implicar gastos desmedidos, pues seguramente muchas familias no se reunirán de la manera como típicamente lo hacían.

Esto resulta una ventaja, pues mientras más tiempo se  tenga para pensar con claridad los objetivos para estas celebraciones, mejores decisiones se podrán tomar apegándose a un plan.

¿Y si se tiene el tiempo encima, qué se puede hacer? Lo primero es mantener la calma y pensar una estrategia de emergencia. En este punto es importante aprovechar todas las herramientas financieras que se tengan al alcance para evitar comprometer la economía.