Cafetaleros se manifestaron en la plaza Lerdo para solicitar que se detengan las importaciones del aromático
Fernando Celis Callejas, asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras dio a conocer que las importaciones afecta el precio del café de Veracruz, principalmente de centro y sudamérica son los que siguen desplazando al aromático que se produce en el estado y en general en México.
Entrevistado durante la manifestación en la plaza Lerdo señaló que principalmente de Brasil llega café robusta que por ser más barato que el arábigo que se produce en el país, se introduce a través de empresas privadas como la Nestlé.
«Va a ser el cuarto año consecutivo que hay precios bajos para los productores de café. Con las referencias actuales, las grandes compañías no pagarían más de dos mil pesos por un quintal de pergamino cuando los productores necesitan cuando menos tres mil pesos», señaló.
Los cafetaleros pidieron la intervención de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural así como de Economía para regular los precios del café nacional cuyos precios se ven obligados a bajar ante la baja en que se vende el introducido de otros países, ya que con el precio actual las grandes compañías solo pagarían dos mil pesos el quital de pergamino cuando los productores necesitan 3 mil pesos.
Manifestó que si bien lo han repetido mucho lo relacionado a los precios bajos explicó que a nivel mundial se está produciendo un café denomido robusta el cual es barato y es vendido entre 65 y 70 dólares las 100 libras o sea un quital de 46 kilos de un café oro.
Mientras que en el caso de México se produce el café arábigo lavado el cual anda en alrededor de 155 dólares en promedio a nivel internacional, es decir el doble, “Hay mucha producción de ese café robusta en Brasil y en Vietnam y se junta ahora con la crisis sanitaria por el Covid y la crisis económica que está impactando en Europa y los Estados Unidos que son los consumidores”.
Indicó que debido que el café arábigo está más caro cuando inicie la cosecha las grandes compañías no querrán comprarlo, por lo que se avecina una crisis económica muy severa para los productores del aromático.
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